Macarrones...con tomate

Alta cocina, admiradora de productos de todas las gamas, donde lo más antiguo se pone de moda. Los cartílagos de pollo, elevados a magníficos por Arzak, pescados que son pasto de fritura, vanagloriados por Santi, un plátano con frijoles y crema de verduras, uno de los mejores de México en la lista de los 50 mejores del mundo, y por Barcelona salteamos los mejores guisantes con pulpitos y puré de cebolla. En fin, lo que nos queda por aprender. En unos meses estaremos recogiendo los mejores pimientos de padrón, colmenillas, las uvas más claras y dulces para embotellar mares de envero, lo mejor de la gastronomía en estado puro. A este regreso de semana santa permaneceré al lado de mi equipo, para seguir dando lo mejor de nosotros, seguiremos cantando en silencio los temas que más nos gustan para llegar a tiempo a los servicios. Todo a punto; el horno cargado, los sifones en su posición, metacrilatos, platos, pinzas...ginebra empapando paños de repasar los platos que, con esmero, hacen los soldados que tras el león defienden la estrella que no dejarán que se apague. Pronto será todo nuevo, y vendrán seguro, éxitos garantizados. Hasta entonces permaneceremos juntos, espalda contra espalda, recordando que lo que hacemos en vida tendrá su eco en la eternidad, aunque los macarrones en alta cocina ya no se coman con tomate; son dulces y vienen de Francia, como los niños. Un saludo.