Como si de nuestra querida fisterra se tratara, no dejó de sorprenderme la vista que regala el faro de Tossa de Mar, un pueblo pesquero de la costa dourada, a escasos Kilómetros de Lloret de Mar, paraíso guiriniano.
Allí me fui este finde, y la verdad es que mereció la pena. Las calles me recordaban a las de Vilanova de Arousa, donde las estrechas callejuelas se asemejan al pasillo de casa, y las puertas de las casas, algunas abiertas con la vista libre a su interior, hacen parecerse a habitaciones. Lo que más me gustó fue la Pensión donde nos hospedamos, Cant Dort, nos atendieron, como marqueses, y como si de el ritz se tratara nos fidelizaron de por vida. Como pueblo de mar que se precie nos trajo a la mesa, una buena ensalada, sardinas y pescaditos fritos, una mañana de sábado que no olvidaré. Entre sardinas, estrellas y lunas rotas, nos deleitamos con el chiki- chiki, en un bar que tenía más espectación que el pasillo del barça hace días(siento recordarlo). Hoy de regreso en Barcelona recuerdo el finde con vosotros, votando el vídeo de mi primohttp://www.isabelquiereme.com/concurso/view_video.php?viewkey=20aa6c7c996a5ee53a70 y haciendo un Pollo con manteca asado en compota de manzana, mañana tendréis la receta. La podréis comer todos no lleva quimicos, ni caralladas, a ver si la moda de la cocina o la cocina modelo la va a venir a fastidiar un judas que hace lo mismo que el resto, , arte a fuego lento, en este país que por siglos fue el final de la tierra.
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